POR STEW PETERS SHOW
JUNE 14, 2022
Probablemente haya oído hablar de los juicios de Núremberg. Fueron los juicios que los Aliados celebraron tras la Segunda Guerra Mundial para que los miembros y partidarios del régimen alemán nazi rindieran cuentas de sus atrocidades. Algunas de las personas juzgadas en Núremberg eran infames: gente como Hermann Goering, jefe de la Luftwaffe, o Hans Frank, que gobernaba la Polonia ocupada durante el Holocausto.
Pero hubo docenas de otras personas que fueron juzgadas en Núremberg durante varios años. Estas personas fueron divididas en grupos en función de rasgos particulares que compartían, como ser miembros de las SS o ser participantes en los escuadrones de ejecución nazis. Pero hubo dos grupos particulares que son interesantes para utilizar hoy. Uno de ellos fue el llamado juicio de I-G Farben. IG Farben era una enorme empresa química y farmacéutica alemana. Antes de la guerra, IG Farben fabricaba aspirinas y tintes para la ropa. Pero durante la guerra, fabricaron Zyklon B, el agente gaseoso utilizado en las cámaras de gas nazis. También operaban plantas industriales que dependían de la mano de obra esclava. Elie Wiesel, el autor del libro La noche, fue un trabajador esclavo en una planta de IG Farben.
Aquí hay otro juicio en Nuremberg. De hecho, fue el primero que se celebró allí, aparte del de los altos cargos nazis. Fue el Juicio a los Médicos. En ese juicio, los aliados procesaron a los médicos alemanes que participaron en la Acción T4, el programa nazi para aplicar la eutanasia a los llamados «indeseables», como los discapacitados y los enfermos mentales. Siete de esos médicos fueron ejecutados.
El punto de todo esto es que hay un precedente para procesar a los médicos y ejecutivos farmacéuticos cuando están involucrados en crímenes contra la humanidad.
El doctor Reiner Fuellmich es un abogado litigante alemán especializado en la seguridad de los productos de consumo. En el pasado ha demandado con éxito tanto a Volkswagen como al Deutsche Bank. Pero ahora, va a por un objetivo mucho más grande que incluso una corporación multinacional.
El Dr. Fuellmich y su red de abogados de apoyo afirman que han reunido pruebas abrumadoras e irrefutables de que la pandemia de Covid-19 fue, de hecho, una operación criminal planificada. Según el Dr. Fuellmich, los cómplices de esta operación deben ser juzgados en lo que él mismo describe como un «segundo juicio de Nuremberg».
Fuente: https://www.redvoicemedia.com/
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