Introducción
La epístola a los Efesios, es una de cuatro cartas que el apóstol Pablo escribió en su primer encarcelamiento, aproximadamente entre los años 61 al 63 d.C. (Hechos. 28:30).
Este evento se menciona varias veces en Efesios (Ef. 3:1; 4:1; 6:20). Al parecer, el apóstol estuvo encarcelado por 2 años desde donde también escribió las epístolas a Filipenses, Colosenses y Filemón (Fil. 1:13, 14; Col. 4:18; Flm. 1, 9).
En Efesios 6: 21, 22 se menciona a Tíquico como el portador de la epístola (el mismo portador de la carta para la iglesia de Colosos en Col. 4: 7, 8), y si se considera Colosenses v 9 y Filemón 10 y 12, parece evidente que Onésimo acompañó a Tíquico en la misma misión. –
- -Aparentemente, las 3 cartas fueron escritas y despachadas al mismo tiempo, tal vez en el 62 d.C.
- -Los numerosos y llamativos paralelos entre Efesios y Colosenses tienden a confirmar todavía más la estrecha relación de contenido y fecha de creación entre las dos epístolas. Para comparación, algunos versículos:
Efesios 1:1 con Colosenses 1:1
2:15 con 2:14
1:13 con 1:5;
2:12 con 1:21
2:16 con 1:4, 9
6:18 con 4:2
2:16 con 1:22
6:21 con 4:7
- – En Colosenses 4:16. Pablo menciona una carta dirigida a la iglesia de Laodicea, que algunos consideran idéntica con la que comúnmente se llama «A los efesios». Esto hace pensar que el propósito inicial fue que esta carta conocida por nosotros como “a los Efesios” habría sido, en realidad, dirigida a todas las iglesias de Cristo, y no solo a la Iglesia local de Efesio.
De acuerdo a algunos estudiosos que han tenido ocasión de ver el texto original disponible, las palabras “en Éfeso” esta omitida en algunos originales griegos de esta misiva. En los manuscritos aludidos existe un lugar en blanco, aparentemente, en donde el nombre de algún lugar o iglesia debía ser insertado.
Un estudio a profundidad de esta misiva a los Efesios, viene a corroborar la idea de que esta fue una carta dirigida a toda la iglesia. Aquí, el apóstol Pablo expone magistralmente el completo plan de Dios para la salvación y restauración de la humanidad, conocimiento fundamental no solo para la iglesia de Éfeso, pero también para todo creyente.
- – En síntesis, esta carta contiene los aspectos fundamentales del evangelio de salvación tal cual le habría sido revelado al apóstol.
- – Esta misiva resalta sobremanera sobre las otras, pues esta parece contener revelaciones inéditas y más profundas, en comparación a toda la revelación dada por el apóstol, anterior a Efesios. (2 Corintios 12:2)
Esta contiene el completo plan de Dios para el rescate de la humanidad. También contiene los pilares fundamentales de nuestra fe, caminar, y destino final en Cristo. Además de resaltar la importancia y completa acción de la trinidad en este plan divino de restauración.
Es Efesios que se puede usar como fundamento o corazón de toda la revelación dada al apóstol Pablo, y desde donde se pueden hacer todas las conexiones con los demás versículos del evangelio de Cristo, tal como fue revelado a los apóstoles en el nuevo testamento.
Leyendo esta preciosa e iluminadora misiva, uno no puede dejar de pensar la declaración del apóstol Pablo en 2 Corintios 12:2-4 que dice relación con su transportación al tercer cielo. No queda duda que en esa ocasión, el apóstol recibió “grandiosas revelaciones” de parte de Dios, para ser entregada a la iglesia de Cristo. Todo lo entregado en este libro de Efesios viene a corroborar aún más que la revelación dada al apóstol es única y adecuada para ser entregada a la iglesia de Cristo en el momento preciso. Ver también Gálatas 1:11-12.
Esta revelación recibida, entre otras cosas, refuerza la Fe de Cristo y nos entrega una visión esquemática del plan de Dios ejecutado a través de los siglos, y sus diferentes etapas. También demuestra la unidad de los eventos bíblicos diseñados por Dios a través de las edades, y que están plasmados tan maravillosamente en la biblia.
No hay duda que durante la historia de la iglesia de Dios, esta misiva ha determinado la profundidad y característica de la fe cristiana, no solo entre su liderazgo, pero también en todo creyente verdadero, fundamentalmente porque reafirma a Cristo, la trinidad y la posición espiritual de la Iglesia en el plan divino. En los difíciles y extensos siglos que vivió la Iglesia Perseguida, esta epístola fue el ancla que mantuvo una fe inamovible e inquebrantable en todos aquellos que mantuvieron la esperanza viva en Cristo.
Este contiene el centro neurálgico de la unidad en la Iglesia Verdadera, no solo dentro de la pluralidad de doctrinas divergentes, pero aun entre los que tratan de forzar alianzas comunes entre visiones doctrinales diferentes. Flavio Smith escribe en la revista CLI: “En la actualidad, pasajes como Efesios 2:11-12 y 4:4-6 son importantes para tratar situaciones de conflicto y para construir la unidad, inclusive en ámbitos ecuménicos.”
La extraordinaria revelación aquí entregada por el apóstol Pablo evidencia su claro origen divino, y echa por tierra toda argumentación e interminables análisis de “expertos” postmodernista o ateos, quienes han tratado incansablemente de presentar al apóstol bajo un prisma que raya en lo ridículo. Como ejemplo, para el filósofo y “maestro en religión”, Joseph Ernst Renán, Pablo sufría de alucinaciones, las cuales eran producidas por la duda, el remordimiento, el temor, la fatiga, la fiebre y por supuesto, su presumible enfermedad ocular que se manifestaba en la inflamación de sus ojos. Según este auto-calificado apóstol de la mentira, en Pablo, habría sido una complicada condición física la responsable de las visiones y experiencias espirituales del apóstol. Peor en Cristo, sabemos de dónde vienen estas “diatribas intelectuales.
Leyendo atentamente el libro de Efesios, podemos rápidamente percibir una coordinada cadena de afirmaciones que lejos de reflejar la intelectualidad o condición física del apóstol, nos entrega con claridad, una completa sinopsis del completo plan de salvación, que el Padre de Jesucristo y nuestro, ha determinado a través de Jesucristo desde antes de la fundación del mundo. Es evidentemente transparente que el apóstol Pablo no expone la revelación de Efesios como argumento y supuestos, tratando de demostrar un intelecto o perspicacia mayor, sino como instrumento en las manos de Dios, expone con mucha coherencia la revelación del plan espiritual de salvación y del reino celestial.